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Como hemos comentado en nuestro sitio web, la artrosis es una enfermedad que se produce cuando el cartílago de la articulación está dañado, ya que este tejido evita que los huesos se froten entre sí. Al encontrarse deteriorado, provoca dolor. Es aquí cuando la glucosamina toma protagonismo.

¿Glucosa… qué?

Específicamente, la glucosamina es una sustancia presente en el organismo que desempeña un papel importante en la formación y reparación del cartílago. Gracias a ella, las articulaciones pueden tener buena movilidad, sin generar dolor.

Fuentes de glucosamina

Obtener glucosamina a través de la alimentación no es sencillo. Los pocos casos en los que el cuerpo humano puede obtener glucosamina natural es comiendo langostas, camarones, cangrejos o almejas, pero su mayor porcentaje no se encuentra en el crustáceo en sí, sino que en su capa exterior… la que no ingerimos.

Glucosamina y artrosis

De acuerdo a diversos estudios, se ha constatado que la glucosamina es probablemente eficaz para tratar la artrosis.

La mayoría de la investigación muestra que la ingesta de sulfato de glucosamina puede brindar cierto alivio del dolor en personas con artrosis, especialmente en aquellas con artrosis en la rodilla, informa el sitio Medline Plus de la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU.

¿Es segura la glucosamina?

Debido a que es una sustancia presente ya en el organismo, es inocua en la mayoría de los casos, sin embargo, solo en algunas situaciones específicas no es recomendable.  Consulta previamente con tu médico.

Finartrit, en su presentación tradicional, contiene 500 mg Glucosamina. Lo recomendable es consumir 3 comprimidos al día, para alcanzar la dosis diaria.